¿Sabía que las denominaciones de los modelos de BMW siguen una lógica determinada? ¿O que un prototipo de 1972 ya probaba sistemas de asistencia al conductor que hoy son una realidad? ¡Descubra con nosotros datos muy interesantes de la historia de BMW!
¡Esto va a dar mucho que hablar entre los entusiastas de BMW! A lo largo de su historia, BMW ha creado multitud de innovaciones y modelos de coches influyentes. Por tanto, tiene a sus espaldas grandes hitos en cuanto a desarrollos, diseño, automovilismo, modelos especiales únicos y arquitectura intemporal. Ponga a prueba sus conocimientos: ¿conocía todos estos datos y curiosidades sobre BMW?
El «rascacielos colgante» vanguardista, diseñado por el profesor y arquitecto vienés Karl Schwanzer, se construyó con un novedoso «método de elevación». La estructura se basaba en una idea muy poco convencional: Unos puntales horizontales situados en la cabecera del núcleo del edificio sirvieron como puntos de fijación para unas cien varillas de acero por cada cilindro. Este sistema portante permitió tirar hacia arriba de las plantas, que previamente se habían moldeado en el suelo a partir de hormigón. Gracias a este método innovador, el edificio se logró construir en un tiempo récord de solo 22 meses puntualmente para los Juegos Olímpicos de 1972 en Múnich.
Con la introducción de la primera Serie 5 en 1972 se creó también una nueva nomenclatura autoexplicativa que constaba de tres cifras: La primera indicaba la serie, mientras que la segunda y la tercera reflejaban la motorización. Al principio, se tomaba como base directamente la cilindrada. Por ejemplo, el 318 era un BMW Serie 3 con 1800 centímetros cúbicos. Pronto se incorporaron añadidos, por ejemplo la «i» de «inyección», y más tarde la «x» de «tracción total» o la «L» de «versión larga». Aunque en 1972 solo había cuatro series, se optó por las cifras 3, 5, 6 y 7 para dejar «margen hacia arriba y hacia abajo». A finales de la década de 1970 se introdujo la «M» inicial para los coches deportivos y, una década después, la «Z» para los Roadsters. Con el primer Sports Activity Vehicle (SAV), el BMW X5, llegó la «X» mayúscula y con la «i» inicial dio comienzo la era eléctrica.
Desde su primer modelo, el BMW 3/15 PS, los automóviles de BMW han carecido de un nombre como tal, y las denominaciones se componían de cifras a menudo complementadas con letras. Sin embargo, el BMW Isetta es una excepción. El motivo es que el nombre se tomó de la empresa italiana ISO, que desarrolló originalmente el vehículo. BMW adquirió la licencia, modificó la propulsión y más tarde el diseño, pero conservó el nombre femenino original, quizá porque encajaba como anillo al dedo con la nostalgia de la dolce vita propia de la década de 1950.
BMW presentó en el año olímpico 1972 el BMW Turbo como prototipo y laboratorio sobre ruedas para tecnologías del futuro. El deportivo extremadamente plano, diseñado por BMW Head of Styling, Paul Bracq, contaba con zonas que se regeneraban por sí mismas, una dirección de seguridad, molduras parachoques en todo el perímetro y una llamativa pintura fluorescente. Además, el BMW Turbo advertía al conductor de las situaciones peligrosas, por ejemplo mediante un dispositivo de distancia de frenado que indicaba mediante un radar la aproximación excesiva al vehículo precedente, con indicaciones de presión para el primer y el segundo circuito de freno o con avisos acerca del líquido y el desgaste de los frenos. Entre 1972 y 1973 se fabricaron solo dos prototipos con especificaciones similares.
Para el motor de cuatro cilindros del monoplaza de Fórmula 1 de Nelson Piquet, BMW recurrió a la tecnología acreditada de las series de carreras anteriores. El bloque motor provenía de la producción de serie y ya se había utilizado en la «Neue Klasse». Además, en 1983 y coincidiendo con la victoria de BMW en la Fórmula 1, constituyó el corazón de numerosos modelos de BMW Serie 3 . El bloque estaba hecho de fundición gris. Al principio era importante que los bloques motores hubieran recorrido ya unos 100.000 kilómetros para aliviar las tensiones del material. Más tarde, BMW perfeccionó el proceso con un envejecimiento artificial.
En 1979, BMW diseñó junto con el Centro Alemán de Investigación y Ensayos Aeronáuticos y Astronáuticos (DFVLR, el actual DLR) por primera vez un vehículo experimental de hidrógeno basado en un BMW 520/4 de 1975. A la vista, el coche era prácticamente idéntico a las variantes de gasolina, pero la combustión de su motor de cuatro cilindros tenía otra base, el hidrógeno. Este experimento demostró pronto que el hidrógeno resulta técnicamente viable en el motor de combustión y supuso el primer paso en el camino del hidrógeno como futura propulsión alternativa .
Con una superficie de más de 14.000 metros cuadrados, el techo de BMW Welt podría cubrir sin problemas la famosa Plaza de San Marcos de la pintoresca ciudad italiana. Además, el puente de 269 metros de longitud de BMW Welt es el puente en voladizo más largo de Baviera. En el llamativo cono doble se emplearon 1.000 toneladas de acero y más de 900 elementos de cristal, cada uno de ellos algo único.
Las innovaciones en la movilidad eléctrica se introdujeron en BMW ya en 1972 (1602 Elektro) y en 1991 con el BMW E1 (diseñado especialmente para la propulsión 100 % eléctrica). Lo especial del «Project i» fue la gran libertad que se le concedió – e incluso se le impuso – al equipo de proyecto para reinventar la movilidad y romper las estructuras establecidas. El BMW i3 se basó esencialmente en los conocimientos obtenidos en el proyecto iniciado en 2007 y, con su lanzamiento en 2013, se convirtió en el primer y único vehículo de serie totalmente eléctrico de BMW Group. En su desarrollo, un foco de atención fundamental se puso en el máximo nivel de sostenibilidad que abarcaba toda la cadena de creación de valor.
Tras el BMW 3.0 CSL de 2022, el año del aniversario, sigue sus pasos el BMW Skytop como modelo especial exclusivo en edición limitada. La creación de automóviles de ensueño en series reducidas forma parte del ADN de BMW: así lo demuestran también modelos como el M3 Europameister (1988), el M3 CSL (2002), la edición especial limitada BMW Individual 7 Series Composition inspirada en Steinway & Sons (2010) o el BMW 760i Sterling (una cooperación de BMW Individual con ROBBE & BERKING en 2013).
Como tantas otras veces, el automovilismo sirvió de impulso para la innovación. A finales de la década de 1980 llegaron los primeros volantes de Fórmula 1 con reguladores que le permitían al conductor hacer ajustes. ¿No era lo más lógico permitirle también al conductor de BMW que controlara funciones directamente desde el volante? Todo empezó con el BMW Serie 7, en el que desde 1994 se podía manejar por primera vez con el volante el volumen del sistema de alta fidelidad, la fuente de audio y el control de crucero.
Publicado 23 de junio, 2025.
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